miércoles, 26 de octubre de 2011



Reproduzco un artículo publicado en XL Semanal de Arturo Pérez Reverte, seguro que os resultará interesante.






No quiero, señor presidente, que se quite de en medio sin dedicarle un recuerdo con marca de la casa. En esta España desmemoriada e infeliz estamos acostumbrados a que la gente se vaya de rositas después del estropicio. No es su caso, pues llevan tiempo diciéndole de todo menos guapo. Hasta sus más conspicuos sicarios a sueldo o por la cara, esos golfos oportunistas -gentuza vomitada por la política que ejerce ahora de tertuliana o periodista sin haberse duchado- que babeaban haciéndole succiones entusiastas, dicen si te he visto no me acuerdo mientras acuden, como suelen, en auxilio del vencedor, sea quien sea. Esto de hoy también toca esa tecla, aunque ningún lector habitual lo tomará por lanzada a moro muerto. Si me permite cierta chulería retrospectiva, señor presidente, lo mío es de mucho antes. Ya le llamé imbécil en esta misma página el 23 de diciembre de 2007, en un artículo que terminaba: «Más miedo me da un imbécil que un malvado». Pero tampoco hacía falta ser profeta, oiga. Bastaba con observarle la sonrisa, sabiendo que, con dedicación y ejercicio, un imbécil puede convertirse en el peor de los malvados. Precisamente por imbécil.

Agradezco muchos de sus esfuerzos. Casi todas las intenciones y algunos logros me hicieron creer que algo sacaríamos en limpio. Pienso en la ampliación de los derechos sociales, el freno a la mafia conservadora y trincona en materia de educación escolar, los esfuerzos por dignificar el papel social de la mujer y su defensa frente a la violencia machista, la reivindicación de los derechos de los homosexuales o el reconocimiento de la memoria debida a las víctimas de la Guerra Civil. Incluso su campaña para acabar con el terrorismo vasco, señor presidente, merece más elogios de los que dejan oír las protestas de la derecha radical. El problema es que buena parte del trabajo a realizar, que por lo delicado habría correspondido a personas de talla intelectual y solvencia política, lo puso usted, con la ligereza formal que caracterizó sus siete años de gobierno, en manos de una pandilla de irresponsables de ambos sexos: demagogos cantamañanas y frívolas tontas del culo que, como usted mismo, no leyeron un libro jamás. Eso, cuando no en sinvergüenzas que, pese a que su competencia los hacía conscientes de lo real y lo justo, secundaron, sumisos, auténticos disparates. Y así, rodeado de esa corte de esbirros, cobardes y analfabetos, vivió usted su Disneylandia durante dos legislaturas en las que corrompió muchas causas nobles, hizo imposibles otras, y con la soberbia del rey desnudo llegó a creer que la mayor parte de los españoles -y españolas, que añadirían sus Bibianas y sus Leires- somos tan gilipollas como usted. Lo que no le recrimino del todo; pues en las últimas elecciones, con toda España sabiendo lo que ocurría y lo que iba a ocurrir, usted fue reelegido presidente. Por la mitad, supongo, de cada diez de los que hoy hacen cola en las oficinas del paro.

Pero no sólo eso, señor presidente. El paso de imbécil a malvado lo dio usted en otros aspectos que en su partido conocen de sobra, aunque hasta hace poco silbaran mirando a otro lado. Sin el menor respeto por la verdad ni la lealtad, usted mintió y traicionó a todos. Empecinado en sus errores, terco en ignorar la realidad, trituró a los críticos y a los sensatos, destrozando un partido imprescindible para España. Y ahora, cuando se va usted a hacer puñetas, deja un Estado desmantelado, indigente, y tal vez en manos de la derecha conservadora para un par de legislaturas. Con monseñor Rouco y la España negra de mantilla, peineta y agua bendita, que tanto nos había costado meter a empujones en el convento, retirando las bolitas de naftalina, radiante, mientras se frota las manos.

Ojalá la peña se lo recuerde durante el resto de su vida, si tiene los santos huevos de entrar en un bar a tomar ese café que, estoy seguro, sigue sin tener ni puta idea de lo que vale. Usted, señor presidente, ha convertido la mentira en deber patriótico, comprado a los sindicatos, sobornado con claudicaciones infames al nacionalismo más desvergonzado, envilecido la Justicia, penalizado como delito el uso correcto de la lengua española, envenenado la convivencia al utilizar, a falta de ideología propia, viejos rencores históricos como factor de coherencia interna y propaganda pública. Ha sido un gobernante patético, de asombrosa indigencia cultural, incompetente, traidor y embustero hasta el último minuto; pues hasta en lo de irse o no irse mintió también, como en todo. Ha sido el payaso de Europa y la vergüenza del telediario, haciéndonos sonrojar cada vez que aparecía junto a Sarkozy, Merkel y hasta Berlusconi, que ya es el colmo. Con intérprete de por medio, naturalmente. Ni inglés ha sido capaz de aprender, maldita sea su estampa, en estos siete años.

martes, 18 de octubre de 2011

Tal día como hoy pero hace  30 años se rodaba la oscarizada película “ Volver a empezar” teniendo como  escenario el Estadio del Molinón  y Mareo de Gijón donde se grabaron varias secuencias. Era domingo , 18 de octubre, y jugaba el Sporting  contra el Atlético de Madrid, el guión de la película se basa en  la visita a Gijón de un exjugador del  Sportig y premio Nobel  que hace  su último viaje a Asturias , al sufrir una enfermedad irreversible. En la ficción, el papel lo desempeñó Antonio Ferrandis , que interpreta a Miguel Almajara, José Bódalo interpretaba el papel de un excompañero, José Luis Garci  madrileño pero con gran ascendencia asturiana dirigía el equipo de cámaras  con mano sabia.
      Miguel Almajara llega a Gijón ,su ciudad natal, procedente de Estocolmo donde acaba de recibir el Nobel de Literatura, se aloja en el Hotel Asturias que está regentado por un viejo amigo y en el que podríamos hospedarnos nosotros en aquella misma  habitación 302 puesto que   el hotel  sigue tal y como era en la película . Miguel también decide visitar a Elena su antiguo amor de la infancia  y a la que propone volver a salir con ella y recuperar el tiempo perdido. Los dos salen a visitar lugares emblemáticos  asturianos  recordando viejos tiempos,  duermen juntos en otro hotel de montaña y  por la mañana en el desayuno  el escritor le dice a Elena (interpretada por Encarna Paso) esa frase que define la trama,  “ sólo se envejece cuando no se ama”, la música de  Pachelbel pone el resto.
           La crítica de la época la valoró muy negativamente (gobernaban los socialistas y Garcí  nunca fue santo de su devoción) pero la crítica internacional fue  distinta y la Academia  de Holywood la premió con un Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Era el primer oscar que recibía el cine español y entonces cambiaron las tornas,  todos  se volvieron elogios y parabienes, la película que ya había sido retirada volvió a estrenarse y esta vez fue un  éxito de taquilla. Así somos por estos pagos, siempre con la corriente.
             Antes de volver  a San Francisco , Almajara con su amigo  Roxu deciden ir  a ver un partido  de  fútbol para recordar viejos tiempos. Juega el Sporting  y el Atlético de Madrid, el partido fue real, se jugó en esta fecha  y terminó con un 3 a 2 para el equipo local… el brasileño Dirceu falló un penalty en el minuto 90, yo lo recuerdo y es una buena ocasión para  volver  a empezar y y sentarse a ver de nuevo la película.

lunes, 17 de octubre de 2011

A la hora en que escribo , comienza la llamada “Conferencia de Paz” en San Sebastián .Mucho  se está hablando del tema y yo no me resisto a poner un apunte que como siempre será desde la vista colateral.
     Asiste a ella  Kofi Annan,   que fue secretario General de la ONU, por tanto es totalmente palmario  que ha venido no solamente invitado por los organizadores del acto, si no que el Gobierno Español necesariamente  ha tenido que dar al menos su visto bueno, cuando no la invitación expresa. Por lo tanto  eso de que el Gobierno de España no tiene nada que ver con el asunto no se lo cree nadie, en fin, a lo que vamos…Kofi Annan  era en 1994  era el responsable de las operaciones de paz de la ONU y recibió un informe del general  Romeo Dellaire, comandante de las fuerzas de paz en Ruanda  (los cascos azules para entendernos) comunicándole los planes de exterminar a la minoría tutsi y a los  hutus que se opusieran, urgiéndole a intervenir. Kofi Annan rechazó la petición  y ni siquiera autorizó la protección del alto funcionario que informó al general Dellaire  sobre los acontecimientos que se avecinaban. Tres meses después comenzó la matanza, la más terrorífica del siglo XX, se dice que unos 800.000 tutsis murieron a machetazos a manos de los hutus en Ruanda en la primavera de 1994. Mas productividad que en Auschwitz.
      Con este historial este señor viene a arreglar  esto del terrorismo vasco. Ay madre, que miedo me da.
  

 PD:  Tal día como hoy  Irene Villa , una niña de doce años el 17 de octubre  de 1991, perdía las piernas en un brutal atentado con coche bomba donde tambien su madre perdió una pierna y un brazo. Este mismo día  también otro coche bomba acabó con la vida del Comandante del Ejército de Tierra Francisco Caballar , por la tarde  y para terminar este aciago día otra bomba mutilo gravemente  al comandante de infantería Rafael Villalobos.  El llamado Kantauri  y la llamada Amboto, fueron los acusados de los hechos.  Hoy en San Sebastian se pone en los platillos de la balanza  hechos como estos y Kofi Annan y demás asistentes pretenden  equiparar.
       
  

sábado, 1 de octubre de 2011

A  Mas no le gustan cómo hablan el español –él dice castellano- los niños andaluces. El castellano no es otra cosa que el español –bellísimo por cierto- que se habla en Castilla,  sobre todo la que antes llamábamos la Nueva.  Creo que Mas, Artur o Arturo Mas, no ha leído mucho a los autores andaluces desde Séneca a Alberti, o García Lorca, solo por poner un ejemplo, y desde luego ha dedicado pocas horas a hablar con niños andaluces de Córdoba  Jaén o de la Villanova i  la Geltrú  que de ahí también los hay, hijos de aquellos sureños que ayudaron a hacer próspera a Cataluña. Se dice Cornellá, San Feliú de Guixols. Salou o Sant Cugat del Vallés y está bien, pero, sin embargo, si decimos de seguido  y sin pausa Alcalá de los Gazules, Zahara de los Atunes, El Puerto de Santa María, Castimblanco de los Arroyos. Jerez de La Frontera…..Puente Genil y Antequera... estamos recitando un poema. Y claro que se entiende a los niños andaluces, se les entiende  si el que oye tambien escucha.