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La casualidad hizo que me encontrara en mi lugar de vacaciones con un grupo de jóvenes (¿debería decir también jóvenas como aquella diputada socialista?) que aprovechando la peregrinación para ver al Papa, pasaban unos días de vacaciones y turismo acogidos por unas familias que solidariamente se prestaban a ello. Había españoles, ingleses, alemanes y de otras procedencias.Eran jóvenes de todo el mundo que vivian la vida con esperanza, no les noté ni limitados, ni frustrados y tampoco meapilas, simplemente les vi llenos de juventud, alegría y felices. También los pude ver en Madrid en las imágenes de distintos medios de comunicación tanto españoles como algún que otro extranjero. Aunque haya quien tenga dificultades para entenderlo estos chicos tienen derecho a hacer lo que están haciendo, son libres para ello y para ejercer esta libertad no necesitan ni romper escaparates ni privar a nadie de sus derechos, ni siquiera han necesitado la intolerancia de ciertas tiendas de campaña. Esta juventud que llena las calles de Madrid durantes estos días no han alterado ninguna jornada de reflexión electoral ni vulneran ninguna ley…Es fácil hacer risas de ellos, ridícularizarlos como hacen algunos medios de comunicación, pero su capacidad de compromiso, de elegir una forma de vida y ser consecuente con ella merece todo mi reconocimiento, aunque ciertamente no comparta algunas cosas con ellos. Estos chicos y chicas que llenan Madrid estos días merecen respeto por parte de cualquiera que se declare progresista, estos jóvenes tambien merecen ser escuchados.